lunes, 15 de septiembre de 2014
Tardes escarlata
La tarde estaba pintada de mis colores favoritos y decidí pasar a buscarte para subirnos a nuestro árbol decorado con banderines de colores fríos y pinturas de guerra donde hablábamos de nuestro futuro disfrazados de barbanegra y barbablanca, me encantaba como te quedaba el sombrero y el bigote postizo mal pegado. "No, otra vez no" me decías cuando intentaba romper el parlamento pirata haciéndote cosquillas, tu corazón era un corazón que no tenía nadie. No sé qué viste en mí, era alguien roto, sin padres, que vivía encima de una tienda de magia y que soñaba con ser cazador de estrellas pero aún así esperabas cada día allí donde acaba la soledad. Si sigues hablándome yo sigo escuchándote.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
es hermoso... lo que has escrito.. nose si sera tuyo.. y no te ofendas.. pero es algo muy lindo...
ResponderEliminar